El proyecto gira en torno a la demarcación simbólico-patriarcal del territorio, aprovechando la referencia al muro como redil ideológico, e imagen donde el horizonte en el paisaje se termina, límite físico y simbólico que condiciona movimientos o pensamientos. Está conformado de multitud que orina, ,referencia a la demarcatación territorial que compromete partes orgánicas y procesos del patriarcado, tanto en su manifestación cotidiana y ordinaria, como en excepcionales coyunturas históricas. La iconografía parte de registrar el contorno de modelos. Es así que hay una reminiscencia a los fotogramas de Hiroshima y Nagasaki en 1945 o de las pesquisas policiales en la recuperación de evidencia para identificar un cuerpo, o la huella en los paredones de fusilamiento, o la sombra de alguien que se va, se basa en la delimitación de los espacios para definir pertenencia o identidad. Sin embargo, mientras que este muro blando, hecho de tela de gaza, material utilizado usualmente para curar las heridas, señala una grande: el ambiguo límite de la separación entre los cuerpos y sus identidades, entre la vida y la muerte, entre la palabra dicha y el silencio, su material transparente nos recuerda la posibilidad de relativizar su poder, y de entrever otras realidades en su transparencia. Sila Chanto.
Grabado instalación. Xilografía sobre tela de gasa. 2mts de altura por 80 metros de largo, impresión por ambas caras 160 metros y con la participación de 50 modelos en posición de orinar la pared. Expuesta en: VII Bienal de la Habana, El Morro, Cuba, 2000. Curaduría de Manuel Noceda yExposición individual "Tangencias*", Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, 2001. Curaduría de Tahituey Ribot. *Premio Nacional Aquileo Echeverría en el área de artes plásticas. 2002.
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